La cebolla caramelizada es un plato o una técnica básica, que nos sirve tanto para platos principales como en unos entremeses. Yo la utilizo hasta para las pizzas y las ensaladas. Hacerla no es nada complicado, por lo que animo a todo el mundo a que lo intente al menos una vez. Existe muchas maneras de hacerla, básicamente consiste en cebolla, azúcar y sal, pero yo además añado un par de ingredientes más para darle un toque que salga de lo convencional.
Ingredientes:
- 1 Cebolla.
- Sal.
- Azúcar moreno.
- Aceite para freír.
- Un poco de vino blanco.
- Canela.
Elaboración:
Partimos las cebolla en tiras lo más largas posibles y no muy gruesas, no más de 5 milímetros. En una sartén freímos la cebolla a fuego no muy fuerte. La cebolla tendrá que coger color dorado, pero más bien descolorido casi transparente. Cuando tengamos la cebolla en este punto añadiremos la sal, el azúcar y una pizca de canela en polvo. Cuando la azúcar esté casi derretida, casi a punto de caramelo, añadiremos un chorrito de vino blanco. Dejamos que se consuma el vino blanco a fuego lento hasta que consigamos una textura parecida a una mermelada.
NOTAS:
- Es necesario remover para que la cebolla no se quede en una pieza.
- Yo prefiero añadir azúcar moreno, por el color tostado que nos da a la cebolla, pero se puede usar azúcar blanca.
- El vino puede ser sustituido por agua. Incluso utilizar agua y vino si lo creemos necesario.
- Si no quieres, no es necesario añadir la canela a la cebolla
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